Desde
antes de la teoría de la caverna de Platón, en la que explicaba cómo nuestro
entendimiento sólo es capaz de una percepción limitada y desfigurada de la realidad, muchos filósofos han explicado
de distintas formas cómo vivir mejor, cómo tratarnos mejor.
En
otras culturas, como en Asia, la tradición ha profundizado en la aplicación a la vida diaria de una
visión holística, plena, del ser humano en la búsqueda de su bienestar, que vemos a
través de la filosofía Zen entre muchas otras.
En el último siglo, las ciencias sociales han dado una perspectiva
científica a la mejora en la calidad de vida de las personas, en la medida que
la subjetividad de este tema lo permite. La psicología positiva, la psicología
humanista, la psicología de las organizaciones y la psicología del deporte por
citar algunas han aportado importantes investigaciones en cómo mejorar el
rendimiento y la satisfacción personal.
Desde la década de los 70, otra raíz a través de la que se ha avanzado en
proporcionar herramientas para esa evolución hacia una mejor versión de uno
mismo es la Programación Neurolingüística y el Coaching. Estas disciplinas
beben de distintas fuentes para conseguir una metodología sencilla que pueda
aplicarse para este único fin.
Este artículo muestra mi experiencia personal en la utilización de estas
dos disciplinas, tratando de que sean útiles a aquellas personas que tengan el
coraje de iniciar este precioso y provechoso camino.
Como orientación sobre lo que puedes esperar, los dos primeros artículos
hablan sobre el buen pensar, en el tercero nos adentramos en cuál es el papel
de los problemas y el cuarto da una aproximación a lo que hace el coaching a
directivos. El último artículo habla de una pauta que permite mejorar en
nuestra relación con los demás.
Avanzar cada día hacia tu mejor versión hace que la vida tenga más
significado y te convierte en autor de tu propio futuro. Si deseas comenzar
esta senda, permíteme darte la enhorabuena.
Esta frase y su
hermana “suave con las personas, duro con el problema”, principal pauta del
esquema de negociación de Harvard, es de las más recurrentes en el coaching
para las relaciones interpersonales, especialmente cuando existe un conflicto.
En una clase
sobre negociación surgió una conversación interesante sobre la tendencia que
tenemos de encarnar el problema en
una persona o grupo. Es una manera de simplificar una situación a la medida de
la parte racional de nuestra mente. Es
como si necesitáramos convertir el problema en conflicto (confrontación entre
yo o nosotros y otro u otros) para poder masticarlo mejor.
Seamos realistas,
nuestra capacidad de percibir la realidad es muy reducida y aún después la
distorsionamos en gran medida. Si a esto unimos la complejidad del
comportamiento humano, de sus motivaciones e historias auto-creadas, la consecuencia
es que “separar las personas del problema” requiere de una habilidad casi
quirúrgica.
Sorprende hasta
qué punto realizando algo virtual como los role play (interpretaciones de
situaciones que hacen los participantes en formaciones de habilidades personales),
las personas se identifican absolutamente con cada papel, teniendo una gran
facilidad para encarnar una posición
dentro del problema (sobre todo cuando se hace bien).
Tenemos esa tendencia a encarnar en nosotros
mismos un extremo del conflicto y a ver a la otra parte encarnando el otro
extremo… ¡nuestra razón prefiere simplificar de esta manera! Esta es la
principal causa de que el conflicto llegue a incendiarse.
Tal y como
posiblemente hayas observado en los conflictos o negociaciones reales, la
solución se alcanza cuando se deshacen las posiciones rígidas (y los roles
muchas veces) de partida y se ponen en común los intereses que esas posiciones
querían defender.
Encarnar el
problema en otra persona significa definirlo como una lucha entre dos partes.
Esta es la estrategia que utilizamos habitualmente, pero ¿hay alternativas?
Hay algo que a
veces hacemos intuitivamente y que podemos utilizar con más frecuencia… ¿Qué sucede
cuando pasamos de encarnar un conflicto en una persona a observar la situación
desde una tercera perspectiva, desvinculada
de las dos partes por igual? Es como verse en una televisión con ojos vírgenes,
desapegados. Esta es una herramienta muy utilizada en coaching (procedente de
la PNL) y que proporciona alternativas diferentes y muy creativas.
Desde esa
posición de observadores, seremos conscientes de los pensamientos y emociones que
nos provoca nuestra limitada perspectiva y de cómo afecta eso a nuestro
comportamiento. En ocasiones nos sentiremos extraños, no nos reconoceremos comportándonos
así.
Por otro lado,
esa perspectiva alejada nos descubre nuevas motivaciones, circunstancias, etc
de la otra parte, que nos permite comprenderla mejor.
Lógicamente, esta
conciencia más completa de la realidad nos permite ver qué efecto hemos podido
producir en otros, para quienes nos hemos convertido en la encarnación del problema. Tras este diagnóstico “liberador”, las
nuevas alternativas y los nuevos comportamientos fluyen y la solución está
mucho más cerca.
Ser suave con las
personas y duro con el problema no es fácil, pero… ¿alguien dijo miedo?
"El capitán
debe observar y ayudar a su tenista a ver cosas que no ve. El tenista se
involucra emocionalmente en el partido de una forma distinta. Le es difícil ver
lo que está pasando porque sus emociones suben y bajan. La responsabilidad del
capitán es ser su segundo par de ojos, pero no solo eso: debe entender qué
decirle, pero también cuándo decírselo".
Quizá estés
pensando que si cambiamos "tenista" por "profesional" o
"directivo", estas declaraciones las estaría dando un coach o un
líder con estilo coaching. En realidad, son de Jim Courier, el excelente
capitán de la seleccion de tenis de USA, a la que España ha ganado en 2011 en
la Copa Davis.
Es curioso cómo
el tenis es fuente de constante aprendizaje en cuestiones de rendimiento mental
para cualquier profesional sometido a situaciones de presión (¿Alguno no lo
está?). Se dice que el coaching surge a partir del libro The Inner Game of
Tennis de Tim Galway (1976), lo que da una idea de lo que la investigación en
deporte aporta al coaching. Puedes leer la historia de este maestro en
wikipedia, es de lo más interesante.
El directivo
también necesita otros ojos con los que mirarse, adquirir distancia para que no
lo atrapen sus emociones y hábitos de pensamiento. Depende tanto de su
motivación y capacidad de crear nuevas alternativas, que una hora de calidad y
claridad vale más que horas de esfuerzo. Si a esto le unimos la claridad de
pensamiento que se necesita para valorar y conseguir la añorada conciliación
familiar y personal... Este es el espacio en que el directivo necesita al coach
directivo, una figura con similitudes con el capitán de un tenista.
El ser humano es
un experto en encontrar problemas. Cuando no aparecen por sí solos, la continua
tendencia a avanzar, a crear, hace que las personas se topen con obstáculos.
Esto es muy positivo, sin duda, pero al mismo tiempo esos problemas pueden
provocar un círculo vicioso con pensamientos negativos y adictivos… un círculo
que nos resta energía.
Si encontrar
problemas es consustancial a las personas ¿debemos esperar a dejar de tenerlos
para ser felices? ¿o se puede “disfrutar del camino” sea cual sea el problema?
Es difícil de
aceptar muchas veces, pero podemos aprender a vivir, entrenarnos en ver los
problemas como enigmas o acertijos, más que como obstáculos a nuestra
felicidad. La medida en que la vida sea un fluir o un tormento depende de cómo
seamos capaces de lidiar con los problemas.
Cuando Nadal se
encuentra en una eliminatoria de tenis de nuevo con Djokovic en ventaja y
jugando como un Goliat, la verdadera lucha la está librando en su interior:
“¿me enfoco a “qué he hecho yo para merecer esto” o busco y me concentro en mi
oportunidad por pequeña que sea?” “¿me pongo la excusa de que me duele la
espalda o focalizo mis energías en conseguir mi objetivo?”
Si quieres saber
tus posibilidades de éxito en algún aspecto de tu vida, pregúntate: ¿cuánto
tardo en convertir este problema en un reto? ¿cuánto tardo en convertir un “no
quiero esto” en un “esto es lo que quiero”?
El problema se
sufre en pasivo, el reto moviliza. Si el objetivo que te planteas está además
de acuerdo con lo que te motiva, el estímulo sobre tus recursos será tal que,
sin saber por qué, unirás cabos y se te ocurrirá todo aquello que antes estaba
detrás del nubarrón negro y del ruido. Las cosas que antes veías como
imposibles empiezan a verse accesibles ¿recuerdas que alguna vez te haya pasado?
Sí, a mí también.
La intuición y la creatividad habita dentro de
nosotros, sólo tienes que darle un objetivo que tu alma reconozca como valioso
y te asistirán. Utiliza la fuerza.
“No podemos
elegir lo que nos sucede, pero sí cómo lo vivimos.”
No es que me haya
equivocado en el título, tampoco es que "piensa mal y acertarás" sea
falso. La cuestión es por qué ambas
afirmaciones son ciertas.
No es necesario
que sucedan las cosas para vivirlas. Igualmente, puedes revivir sucesos pasados
a voluntad. Nuestro cerebro nos permite vivir cosas imaginadas o recordadas. Lo
importante de este hecho es que estos pensamientos provocan sensaciones igual
que lo harían si sucedieran en realidad
y en este momento... El cerebro no hace distinción.
Lo mismo que nos
pasa cuando suceden cosas satisfactorias, cuando pensamos en ellas y las
recreamos nos sentimos con fuerzas, motivación y recursos para estar en nuestra
mejor versión... Y al contrario. Imaginemos que recordamos algo negativo como
"tengo que arreglar el coche y me va a costar un riñón, por culpa del
desgraciado que chocó contra él mientras estaba aparcado". Al recordarlo
se produce una sensación similar a la del momento en que sucedió el percance.
Esta es una de
las bases del entrenamiento mental, de la gestión del optimismo. Si conseguimos
vivir una gran parte del día con sucesos positivos en nuestro escenario interno
(nuestros pensamientos), crecerán nuestra satisfacción y nuestros resultados,
en muchos casos exponencialmente.
Puedes empezar
siendo consciente de qué sensaciones se producen con determinados pensamientos.
Puedes buscar tu propia forma, por ejemplo con metáforas como en estos ejemplos:
Hay a quien le
viene la imagen de una madeja y oye algo como ruido cuando piensa en su problema.
Hay quien siente algo parecido al aire fresco cuando piensa en buscar otra
perspectiva. Otros, solidez y fuerza cuando piensan en que tienen oportunidades.
Aire fresco cuando pienso que es sábado por la mañana, alegría cuando pienso en mis hijos,...
Esta observación,
esta consciencia, es el primer paso para gestionar los pensamientos. Será como
tener unos elementos encima de la mesa con los que ya puedes jugar.
¿Qué tal andas en tu habilidad de vivir? Vivir es como respirar o como
comer, son acciones que vamos a realizar de todas formas, pero que se puede
hacer con mayor o menor calidad en función de la atención que le pongamos.
Me gusta la frase que utiliza Joseph O'Connor "ser responsables de
nuestras propias emociones". Esta es una de las claves en el arte de vivir
¿las emociones nos ocurren o tenemos algo que decir en que se produzcan? Digas
sí o digas no estás en lo cierto, pues esta creencia hará que vivas de una u
otra manera, que te hagas responsable o no de los pensamientos que generas y
que provocan esas emociones.
A mí me gusta verlo de una forma sencilla... creo que es posible
coleccionar a lo largo del día "cositas buenas" (habrá quien se
acuerde del título del precioso disco de Paco de Lucía con este nombre) ¿De qué
depende que el día de hoy sea bueno o malo, feliz o infeliz? (permítase la
simplificación) ¿Es más decisivo lo que nos sucede o lo que pensamos y
recordamos?
Imagínate cómo podemos vivir si le damos un volumen de 100 a las cosas
buenas que nos ocurren o que se nos ocurren a lo largo del día y le ponemos a
las que nos hacen daño el volumen imprescindible ¿Cómo sería nuestro vivir?
En mi interior hace tiempo descubrí un mecanismo que me ayudaba a ser
eficiente, pero que también me hacía daño. Tenía el hábito de no dejar de
pensar en lo malo (los problemas) hasta que se solucionaran, creía que esa era
mi responsabilidad... bastante lógico ¿no? El resultado es que nunca encontraba
espacio para estar bien y que poco a poco me acercaba al abismo.
Ahora tengo la certeza de que mi responsabilidad es estar en mi mejor
disposición, actitud o estado para resolver con calidad, frescura y sin
bloqueos cualquier problema que se me presente... y para vivir con calidad, que
es lo que nos queda.
La propuesta es centrarnos en nosotros como instrumento musical perfecto,
que si está bien afinado puede tocar con soltura la más difícil pieza... y que
si está desafinado destrozará la composición más bella.
Se temos en conta o aspecto humano das organizacións, veremos que as motivacións excelentes das persoas teñen un papel fundamental para lograr a competitividade e por tanto a consolidación e crecemento das empresas.
O programa que describimos aproveita esta motivación das persoas, que son quen impiden, permiten ou promoven o éxito na consolidación das empresas e, sobre todo na situación actual, no futuro dunha empresa.
Innocoaching é un programa formativo que impulsa o crecemento e a consolidación da empresa mediante a formación de coaches no ámbito da innovación.
O vindeiro 5 de outubro terá lugar a xornada de presentación do proxecto Innocoaching a través do cal preténdese formar a persoal de empresas e emprendedores/as como coaches de innovación.